26 Ene ¿Cómo puedo estimular el desarrollo del lenguaje en mi bebé?
El lenguaje humano se desarrolla por una capacidad innata pero también se ve afectado por la calidad del estímulo externo que recibe. Hoy te presentamos estrategias para que ayudes a tu bebé a desarrollar su habla y por tanto para facilitar su comunicación con el mundo.
Como padres esperamos como agua de mayo las primeras palabras de nuestros hijos e hijas. Los primeros soniditos que salen por sus bocas nos llenan de emoción. Es importante remarcar que el desarrollo de cada pequeño es un mundo y lleva su propio ritmo por lo que nunca debes comparar a tu bebé con otros, ni agobiarte porque no adquiera determinadas capacidades al mismo tiempo que lo hace el de tu vecino, amigo o pariente. Lo primero y más importante que tienes que observar en tu bebé es su capacidad para responder a ruidos y estímulos sonoros ya que una ausencia de atención ante estos puede significar la existencia de algún problema auditivo o cognitivo.
Por normal general debes saber que, en torno a los dos meses de edad comienzan a emitir sonidos desde la parte posterior de la boca. Unos primeros balbuceos que son claves para el desarrollo del lenguaje y que sirven de entrenamiento de los órganos del habla. Entre el tercer y el quinto mes esos sonidos se convierten en vocalizaciones más complejas como el típico anjo de los bebes y ya desde el sexto mes de vida y hasta el noveno suelen desarrollar cadenas silábicas reiteradas y de larga duración. Es en este momento cuando parece que empiezan a decir papa o mama, pero lo hacen sin intención. Han llegado sus primeros pa-pa-pa-pa, ma-ma-ma-ma, ga-ga-ga y a partir de aquí su desarrollo lingüístico subirá como un cohete.
Cada vez sus emisiones se irán pareciendo más a las formas convencionales de la lengua que se habla en el entorno del niño o la niña y hacia los 12 meses de edad llegarán sus primeras palabras intencionadas. En la mayoría de los casos no es preocupante que el niño no hable siempre y cuando muestre intención de comunicarse. Pero si a los 18 meses no tiene un repertorio de unas 10-15 palabras o si entre los 18 y los 24 meses no empieza a juntar dos palabras deberemos acudir a un logopeda para recibir una valoración.
Como decíamos todos los bebés cuentan con unas capacidades que se desarrollan si el ambiente en el que crecen favorece la comunicación. Por lo que, como padres, es importante que estimulemos la interacción del bebé con su entorno y con las personas que le rodean. Podemos hacer mucho y de forma sencilla para desarrollar el habla de los más pequeños de la casa así que ¡toma nota! Ahí van unas pequeñas pautas para que trabajes con tus hijos o hijas
- Colócate siempre a la altura del bebé y establece contacto ocular, vocalizando muy bien cada palabra
- Usa onomatopeyas “habla como el bebé” lo que se conoce como baby talk. Repite siempre palabras y frases, la repetición ayuda a establecer nuevas conexiones lingüísticas
- Juega con la voz, usa tonos melódicos y cambios de entonación. Aumenta tu expresividad cuando le hables, le leas o le cantes. Intenta acompañar tus palabras con gestos
- Responde a los intentos comunicativos del bebé (lloro, vocalizaciones, sonrisas…) con preguntas y afirmaciones. ¿Quieres ese juguete? ¡Sí, es un gato!
- Establece con él o ella turnos, repitiendo sus vocalizaciones, hablándole y dándole tiempo de respuesta, imitando sus balbuceos
- Dale sentido a lo que hace o dice, interpreta sus gestos y mensajes
- Juega con la música y las canciones. Cantarle al bebe es una muy buena estrategia para ampliar su vocabulario
- Permítele explorar el entorno
- Háblale mucho, cuenta en voz alta lo que estás haciendo o hace él durante las rutinas y el juego. Aprovecha el momento del baño, del cambio de pañal, el paseo o las compras en el supermercado entre otros para contarle lo que hacéis o enseñarle palabras nuevas
- Fomenta la lectura desde los primeros meses de vida. Elige libros adaptados a su edad, que estimulen sus sentidos y que le permitan reconocer figuras, colores, animales, texturas… A la vez nombra lo que va viendo y señálalo para que haga asociaciones
- Juega mucho con tu hijo o hija ya que es la mejor forma de fortalecer el vínculo que os une. Nombra todo lo que uséis en vuestros juegos
- Ayúdale a ejercitar los músculos del habla con la alimentación complementaria. Al masticar algunos alimentos sólidos pondrá en marcha ciertos movimientos implicados en la articulación de los sonidos del habla
Como ves se trata de pautas muy sencillas que probablemente, en la mayoría de los casos, ya estéis utilizando de forma inconsciente. Así que ya sabéis, sigue describiendo con palabras el mundo para que tu hijo o hija desarrolle su lenguaje y amplíe su vocabulario. En definitiva ¡sigue disfrutando del tiempo con tu bebé!